SOBRE
LA PRODUCCIÓN
© 2001 UIP
1.
Líderes y seguidores
"¿Cuáles
son las cualidades que le convierten a uno en
líder? ¿Cuál es el ADN, por así decir, del
liderazgo?". Estas son las preguntas que
plantea el director Rod Lurie y que para él
resumen el tema central de THE LAST CASTLE.
La historia
de este general cuyo liderazgo se pone a prueba
cuando le hacen un consejo de guerra y le envían
a una prisión militar nació en parte inspirada
por un film clásico que contaba la vida de un
legendario general. El guionista David Scarpa
dice: "Yo quería escribir una película de
guerra ambientada en la época actual. Estaba
viendo Patton y se me ocurrió una idea: ¿qué
le ocurriría a un general de prestigio si le
declararan culpable de un delito importante y le
encerraran en la cárcel? El general quedaría
sujeto al control del alguacil de la prisión, un
oficial de menor rango que él. Y yo pensé,
¿quién saludaría a quién? Me di cuenta de que
se desataría una guerra de egos que podría
servir de base para una película. Pensé que el
tema era un golpe en palacio, la historia de dos
hombres enzarzados en un juego de ajedrez
psicológico para ver quien se convertía en
"rey". No sería una película sobre
unos presos que tratan de fugarse sino que
hablaría de una lucha por el poder".
Al oir la
idea de David Scarpa, el productor Robert
Lawrence dice que le atrajo "por varias
razones. La primera es que me gustan las
historias de redención y de triunfo del
espíritu humano. Narra la historia de un grupo
de hombres de los que se nos dice que en algún
momento de su vida fueron idealistas -tanto como
para enrolarse en el Ejército- pero que, por el
motivo que fuera, vieron cómo sus vidas se
torcían y acababan en esta institución. Pero
siguen siendo capaces de actos de coraje y honor.
Cuando entra en escena este general al que le han
hecho un consejo de guerra, vuelve a despertar en
ellos estos sentimientos. Y así se produce el
conflicto con el alguacil Winter. Irwin cree que
todo el mundo puede redimirse y busca el lado
bueno de esos hombres, mientras que Winter piensa
que han deshonrado el uniforme y los considera
más allá de toda redención: ese es el
conflicto de voluntades que narra la
película".
Para darle
forma al guión definitivo de THE LAST CASTLE se
llamó al veterano escritor Graham Yost, que
había adquirido su experiencia del mundo militar
escribiendo el guión de la miniserie de la HBO
"Band of Brothers". El director elegido
para realizar la película tenía unas
credenciales aún mejores. Quizá no sea el
único director de Hollywood que ha servido en
las fuerzas armadas, pero Rod Lurie sí es el
único en haberse graduado en la famosa academia
militar de West Point.
Dice
Lawrence: "Ha sido un golpe de suerte contar
con Rod para este proyecto. Su formación militar
le permite entender la situación de los
personajes y los valores específicos que están
en juego. Ha sabido dar verosimilitud a la
interpretación de los militares que hacen los
actores. Además, es un cineasta que sabe
trabajar con los actores y que tiene un estilo
visual muy personal. Si combinamos todo esto, se
verá que era el director ideal para el
proyecto".
Tras
escribir y dirigir el thriller político
Candidata al poder, Lurie dice que el guión de
THE LAST CASTLE fue el primero de los que leyó
que le hizo "segregar los jugos
creativos": "Me enganchó enseguida
porque hablaba de un tema que me interesa mucho,
la definición del auténtico liderazgo. La
película parte de una premisa muy sencilla: el
liderazgo es algo innato. Los verdaderos jefes no
eligen serlo: es un destino que llevan dentro. No
es una cuestión de rango, no es algo que se
pueda fingir o de lo que se pueda escapar. Si
eres un genuino líder, no te puedes sentar a
oler las rosas: muy pronto te pondrás a
ordenarlas que florezcan. En West Point aprendí
que el liderazgo no puede enseñarse. De hecho,
en contra de lo que la gente pueda pensar, en la
Academia no fabrican líderes sino que los
encuentran".
Lurie
encontró al líder de su historia en la persona
de la legendaria estrella de cine Robert Redford:
"Creo que Redford es un líder natural, es
un hombre de enorme carisma. Cada palabra que
dice tiene resonancia". Pero Lurie confiesa
que su admiración del actor y director Redford
casi provocó que no consiguiera contratarle para
el papel. En su primera reunión, Lurie le
confesó a Redford que Todos los hombres del
presidente era la película de su vida.
Estuvieron hablando de ella tres horas,
consumiendo todo el tiempo de la reunión, así
que Redford le invitó generosamente a una
segunda cita. Al día siguiente, Lurie mencionó
que durante la noche había vuelto a ver por
televisión El candidato, otra de sus películas
favoritas, lo que llevó a otra discusión de dos
horas sobre esta nueva película, agotando de
nuevo el tiempo de la reunión. Pero Lurie había
conseguido mencionar una idea que convenció a
Redford de aceptar el papel, justo cuando pensaba
que le había perdido por admirar demasiado su
trabajo.
Dice
Redford: "No tuvimos que discutir demasiado.
Yo tenía buena predisposición hacia Rod porque
había visto su película Candidata al poder. Le
conocí y me cayó bien. Es inteligente y su
biografía le hacía ideal para el proyecto:
imagínese, es un liberal convencido que ha
estudiado en West Point. Vaya mezcla ... Pero lo
que me convenció fue lo que me dijo cuando le
pregunté de qué iba la película. Rod me dijo
que trataba del carácter del liderazgo. Además,
también me atraía el personaje de Irwin. Es un
tipo interesante: un general sometido a un
consejo de guerra por violar el propio código
que siempre ha defendido. Acepta su culpa y le
meten en la cárcel, en donde conoce al coronel
Winter. La clave de la película es la disputa
entre estos dos personajes: uno nacido para
mandar y otro deseoso de mandar, lo que no
necesariamente le convierte en un líder. Me
pareció un buen material de partida".
James
Gandolfini, ganador de un Emmy por su trabajo en
la serie "The Sopranos", interpreta el
papel del coronel Winter, el alguacil que ve su
poder amenazado por la llegada del general
prisionero. Comenta Lawrence: "Lo fascinante
de la relación entre estos dos hombres es que
Winter se ha pasado toda su carrera admirando al
general Irwin. Pero ahora este coronel que nunca
ha pisado un campo de batalla se ve obligado a
disputar la primera batalla de su vida contra el
legendario general".
La
admiración de Winter por Irwin es similar al
respeto que James Gandolfini siente por el actor
que lo interpreta: "Lo que me atrajo de esta
película era la oportunidad de trabajar con
Robert Redford. La historia se reduce
básicamente al enfrentamiento que se produce
entre nosotros dos, lo que me parecía bastante
excitante... y todo un honor, por supuesto.
Decidí
enfocar el conflicto de forma objetiva, tratando
de verlo a través de los ojos de Winter en vez
de encarnarle como el villano de la pieza. El
piensa que está haciendo lo correcto. Su cárcel
es segura, sus guardias son de confianza y sus
prisioneros... le detestan. Se considera bueno en
su trabajo, que es lo único que sabe hacer, y
cuando ve esta certeza desafiada por la llegada
de Irwin, pierde el equilibrio de su vida. Winter
es diferente a otros papeles que he hecho porque
es muy interior. Normalmente las emociones de mis
personajes son más accesibles pero Winter se lo
guarda todo. No es fácil descifrar cómo es, lo
que me resultó muy interesante a la hora de
interpretarlo".
Interesante
es también la palabra que usa Rod Lurie para
describir a Gandolfini, que fue su primera y
única opción para el personaje de Winter:
"Jim es el tipo más encantador y con los
pies en la tierra que conozco. Fue un placer
trabajar con él porque había entendido
perfectamente a su personaje y cada día de
rodaje me daba una interpretación
extraordinaria. Al repasar el guión con él, vi
que tenía una inteligencia y una intuición
magníficas. Es una faceta de su personalidad que
no se había visto demasiado sobre la pantalla.
Me di cuenta de que el coronel Winter, que es
más bien un intelectual que un soldado, era
ideal para Gandolfini. Y el resultado ha sido
excelente".
En la lucha
entre Irwin y Winter se interpone un prisionero
que parece jugar a dos bandas. Mark Ruffalo
interpreta el papel de Clifford Yates, el
corredor de apuestas de la cárcel, que acepta
todo tipo de apuestas, incluso sobre cuándo y
cómo se suicidará el mancillado general Irwin.
Lurie le llamó para el papel después de haber
visto su trabajo en la producción independiente
You Can Count on Me. Ruffalo comenta: "Me
encantó el guión y me pareció que el papel de
Yates era magnífico. Es un hijo de militar cuyo
padre regresa bastante destrozado de la guerra de
Vietnam. Luego va a West Point y llega a oficial
pero nunca siente ningún respeto por la
institución militar o por su propia situación
dentro de ella, así que acaba arrestado por
traficar con drogas. En la cárcel se dedica a
llevar apuestas, lo que le permite adquirir
cierto poder pero al mismo tiempo le impide tomar
postura por nadie. Se ve condenado al ostracismo.
Cuando Yates conoce a Irwin, que sirvió con su
padre, le ve al principio como otro militar de
esos que utilizan a la gente en beneficio propio.
Winter se percata de esto y pretende hacer un
trato con Yates para que venda a Irwin y a los
demás prisioneros. Así que Yates se ve cogido
entre ambos bandos y tiene que elegir uno de
ellos". Lurie añade: "Yates es el
único preso que no se deja influir por el
idealismo que el general Irwin trae a la cárcel.
Así que podría inclinarse por uno u otro bando.
La gran aportación que Ruffalo hace al personaje
es que no te da ninguna pista sobre la
inclinación de Yates. Es un notable joven
actor".
El otro
personaje que se debate entre cumplir sus
órdenes y seguir los dictados de su conciencia
es el segundo de Winter, el capitán Peretz que
interpreta Steve Burton. Éste comenta:
"Peretz no está entusiasmado con su
trabajo, se limita a cumplir órdenes. Pero ve
que el coronel empieza a propasarse con los
presos a raíz de la llegada de Irwin. Aunque en
principio militan en bandos opuestos, Irwin le
devuelve a Peretz su autoestima y le obliga a
elegir entre la obediencia ciega y la defensa de
lo que le parece justo". Ganador de un
premio Emmy por su trabajo en la serie
"Hospital General", Burton hace su
debut en una gran producción de cine con esta
película. Lurie no suele ver los seriales de la
tele y pensó que estaba contratando a un
desconocido: "No le conocía pero me
impresionó cuando vino a hacer la prueba para el
papel. Luego descubrí que tenía un Emmy y
muchos fans pero de todas formas me alegro de
haberle dado un papel en su primer largometraje
importante".
Delroy
Lindo hace un "cameo" en la película
en el papel del general Wheeler, un viejo
compañero de Irwin que trata de convencerle de
que acepte su ayuda para sacarle de la prisión.
Dice Lindo: "Lo irónico es que es Winter
quien llama a Wheeler para que le ayude a
transferir a Irwin a un pabellón psiquiátrico.
Como se conocen desde hace tiempo, Wheeler se da
cuenta enseguida de que Irwin no tiene ningún
problema psiquiátrico y de que el que tiene
problemas es más bien Winter". Lurie
comenta: "La escena que comparten los
generales Irwin y Wheeler es una de las más
poderosas de la película, porque es la única
escena en la que Irwin trata con alguien que es
su igual".
A la hora
de buscar los actores para dar vida al grupo de
presos que se alían con Irwin, Lurie buscó
nombres que fueran relativamente desconocidos:
"La razón es que así gozaba de completa
libertad. Hice pruebas a actores de teatro
neoyorquino y a jóvenes de Nashville y Atlanta.
Los jóvenes se entregan por completo y aceptan
que hagas una toma tras otra sin rechistar.
Había otra razón: quería establecer una cierta
relación en el plató con Robert Redford en su
papel de general Irwin, que es una figura mítica
dentro del mundo militar. Su leyenda le precede y
su llegada al castillo inspira una sensación de
respeto entre los soldados allí recluidos. Es la
misma sensación de reverencia que Redford
provocó en este grupo de jóvenes actores. De
hecho, Redford se incorporó al rodaje cuando
llevábamos dos semanas trabajando; antes de su
llegada se palpaba una sensación de expectación
entre los demás actores, que esperaban el
momento de trabajar con él... o simplemente de
poder estrecharle la mano".
Todos los
miembros del reparto confirman el honor que
supuso para ellos trabajar con Redford. Dice
Clifton Collins Jr., que interpreta el papel de
Aguilar, el prisionero que se ve más influido
por la llegada de Irwin: "Robert Redford es
una leyenda y hacer una escena a su lado es algo
tremendo. Durante dos o tres semanas me levantaba
pensando, Eh, estoy rodando una película con
Redford... Es lo mismo que siente Aguilar, mi
personaje, al trabajar con el legendario general
Irwin. Es un joven de espíritu inocente y es el
primer amigo que hace el general al llegar.
Aguilar está destrozado por estar preso pero
Irwin le devuelve el sentido del orgullo y del
honor".
Paul
Calderón, que interpreta el papel del sargento
Dellwo, comenta: "Irwin nos devuelve la
esperanza, la idea de perseverar y superarnos. El
se traza su propio camino y nos arrastra a todos
con él".
Calderón
aportó al rodaje su experiencia de veterano en
el ejército americano. Brian Goodman, que
encarna al inquietante preso Beaupre, aportó
otro tipo de experiencia, pues al igual que su
personaje ha sido un convicto: "Alguien hizo
daño a mi hermana y yo reaccioné, lo que me
llevó a parar a la cárcel. Estar preso te
permite apreciar una serie de pequeñas cosas de
la vida y haber hecho esta película me ha
recordado lo agradecido que estoy por haber
salido. Mi personaje Beaupre es el último en
sucumbir al atractivo de Irwin. No le muestra el
respeto que siente por él hasta el final. Está
muy resentido y lleno de odio y desprecia toda
autoridad. Como los demás, es alguien que una
vez se alistó para servir a su país, y que
ahora vuelve a aceptar unirse a un grupo para una
última misión. Esto fue lo que más me llamó
la atención del guión".
Robert
Lawrence comenta: "Irwin encuentra en cada
personaje individual un sentimiento de su propia
valía que sabe volver a despertar; así consigue
que cada uno vuelva a ser el buen soldado que una
vez fue". Lurie añade: "Los dos
protagonistas tienen su propio arco dramático
como personajes pero el verdadero arco que
describe la película es el de ese grupo de
hombres que se transforman al contacto con Irwin.
El general conoce a un grupo de presos
descorazonados a los que se les ha repetido que
ya no son soldados y les devuelve su dignidad.
Vuelve a convertirlos en un grupo de combate bien
engrasado".
Lurie
comenta que un proceso similar fue el que vivió
el grupo de actores y extras al someterse a un
proceso de entrenamiento supervisado por el mayor
Michael L. Davis, asesor técnico del rodaje:
"Tras haber ejercido el cargo de mayor en
Fort Leavenworth, trabaja ahora de sheriff en un
pequeño pueblo de Georgia. Durante el rodaje
volvió a ejercer de militar y le encantó.
Ladraba órdenes a los actores, les hacía
ponerse en formación y les sometía a una dura
instrucción. Al final de este proceso de
entrenamiento, los miembros del reparto que nunca
habían pisado un cuartel desfilaban como si
acabaran de salir de West Point. Fue algo
delicioso". El de "delicioso" no
sería quizás el adjetivo elegido por los
actores con menos experiencia militar, que le
pusieron al sargento mayor el apodo de Mr.
S&M (y no por las iniciales de su cargo: es
la abreviación de sado-masoquista). Pero todos
coinciden en reconocer que el entrenamiento que
recibieron de Davis hizo que tuvieran un aspecto
mucho más auténtico en la película.
1.
Líderes y seguidores
2. Las paredes
del castillo
3. La brecha
en el castillo
4. El reparto
5. Los
realizadores
Imágenes
y notas de producción de La última fortaleza -
Copyright © 2001 DreamWorks SKG y Robert
Lawrence Productions. Distribuidora en España:
UIP. Fotos por Elliott Marks. Todos los derechos
reservados.
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