“Slumdog millionaire” y otros concursos cinematográficos
Los concursos televisivos son per se un género de la pequeña pantalla que también ha encontrado su eco en el séptimo arte. La fascinación manifestada por ellos bien puede venir dada a partir de las posibilidades que estos ofrecerÃan en sociedades distópicas, las trampas que algunos participantes desempeñarán para llegar a la gloria o el punto de vista del azar como factor decisivo en las elecciones que tomamos. Precisamente, en este último apartado, es donde mejor encajarÃa “Slumdog millionaire”, última pelÃcula de Danny Boyle que viene a aprovechar el tirón de uno de los concursos televisivos de mayor éxito en la última década, “¿Quién quiere ser millonario?”, en su versión india.
Pero el británico no ha sido ni el primero ni el último en explotar en la gran pantalla las posibilidades de un concurso de esta Ãndole. Echando la vista atrás, uno puede encontrar algunos ejemplos de cómo sacar partido dramático de los populares gameshows. Que se lo digan a Paul Thomas Anderson, quien metió en uno de ellos a un niño tan prodigioso como falto de cariño, conformando asà una de las historias de su obra maestra “Magnolia” (1999). Robert Redford, sin embargo, prefirió remitir a la realidad y retratar a los tramposos del Twenty one en “Quiz show (El dilema)” (1994), programa del que echaban a John Turturro para dejar paso a un Ralph Fiennes al que no le importaba vender su alma al diablo. Un año después, Jay y Bob el silencioso intentaban sabotear el programa de Svenning en “Mallrats”, y unas cuantas décadas antes era Vincent Price, como patrocinador de un programa-concurso, el que se interponÃa entre Ronald Colman y el premio final en “Champagne for Caesar” (Richard Whorf, 1950).
Dejando atrás los programas de preguntas y respuestas, sabemos que nos esperan todo tipo de excentricidades. Uno puede casarse en un programa de televisión, como James Coburn y Lynn Redgrave en “Last of the mobile hot shots” (Sidney Lumet, 1970) o convertirse en reina del baile, como en “Hairspray” (John Waters, 1988) y su remake homónimo. Incluso algún productor con doble vida utilizará los premios de su concurso para seguir desarrollando su faceta como asesino para la C.I.A., caso de Sam Rockwell en “Confesiones de una mente peligrosa” (2002). Y es que encontramos un amplio catálogo de premios que deparan distinta suerte a quienes los alcanzan: desde el inservible robot de cocina que Javiera Bravo ganaba en “Historias mÃnimas” (Carlos Sorin, 2002) a los 3 millones que suponÃan una maldición para Leonardo Sbaraglia en “Concursante” (Rodrigo Cortés, 2007).
Pero lo más normal cuando miramos a los concursos a través del cine es que sus protagonistas tengan como objetivo último sobrevivir. No importa si hay justicia de por medio, como en “Citizen veredict (Justicia en directo)” (Philippe Martinez, 2003) o que más bien se trate de un juego de gladiadores televisado en una suerte de distopÃa futura. En este último apartado, Arnold Schwarzenegger cobraba por cada hora de supervivencia frente a un grupo de élite dispuesto a matarle frente a una audiencia sedienta de sangre en “Perseguido” (Paul Michael Glaser, 1987), mientras que Sylvester Stallone buscaba revalidar el tÃtulo de campeón con su pintoresco vehÃculo en “La carrera de la muerte del año 2000” (Paul Bartel, 1975). Sin embargo, el concurso macabro por excelencia iba a llegar en 2000 de la mano de Kinji Fukasaku en “Battle Royale”. Con Takeshi Kitano como maestro de ceremonias, los alumnos adolescentes de un instituto tenÃan que eliminarse los unos a los otros a sabiendas de que sólo uno podÃa quedar en pie. Algo muy similar proponÃa “Series 7: The contenders”, donde seis personas escogidas al azar tenÃan que ejecutar este mismo sádico juego para la televisión americana.
No obstante, lo que nos propone “Slumdog millionaire” es de largo menos macabro y más afable: el triunfo del humilde Jamal en el concurso de preguntas y respuestas por excelencia, el relato fascinante de una vida a través de cada cuestión que le hace avanzar hacia el dinero del programa y el amor de su vida. Una prometedora historia e intenso show al que podremos asistir a partir de este mismo viernes.
En las imágenes: Fotograma de “Slumdog millionaire” © 2008 Filmax. Todos los derechos reservados. Fotograma de “Magnolia” © 1999 Aurum. Todos los derechos reservados. Fotograma de “Concursante” © 2007 Filmax. Todos los derechos reservados. Fotograma de “Battle Royale” © 2000 Manga Films. Todos los derechos reservados.
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